miércoles, 9 de junio de 2010

No me acuerdo del cómo ni tampoco del cuándo. Sé que te veía, en silencio y sigilosa como un gato mira idolatrando a quien tiene de frente. Y sin saber cómo, la única melodía que escuchaba era tu voz, mientras el tiempo pasaba lento mientras te observaba. Por primera vez en mi vida, mis ojos no veían más que tu figura y una luz tan clara, tan clara... que me sentía ridículamente en las nubes.
Tu sonrisa y tu forma de ser, esa manera tan loca de actuar. Y, cuando de repente, te vi llorar, sin pestañeos ni movimientos, mirándome... y yo a ti. Un niño grande. Pequeños detalles que han hecho acelerar mi corazón de nuevo sin miedo y con pausa para vivirlo bien.
Tocar con mi guitarra una canción para tí, a solas, contigo. Y en tu cuarto, hacer cosquillas en tus pies para después improvisar sonrisas con sabor a "no necesito nada más". Acompañarte en una respiración cortada mientras te siento temblar junto a mí. Momentos...
Y que no pase tanto tiempo sin vernos, que el corazón se queda solo y no late, y no quiero soledades.

3 comentarios:

Marta dijo...

cositaaaa

sweetlove dijo...

chiquiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! que tal ha ido? te quiero

Marta dijo...

tia, si me comentas aquí no me voy a enterar, no te cuesta nada dejarme un coment que ahí sí me entero xd